Un año para el recuerdo
El año 2008, se recuerda por aspectos financieros negativos. De hecho, quizás cualquier analista diría que no existe alguna cosa buena que resaltar de ese año y, lo cierto es que de lo negativo siempre quedan los aprendizajes. De ese año fatídico para la economía global sin duda quedaron muchas memorias que guardar para no volver a caer en el mismo bache del camino. Sin embargo, y como siempre es bueno repasar las lecciones para afianzar los conocimientos, demos un vistazo al “BTS” o detrás de escena de una crisis financiera como pocas se han visto.
Si no tienes idea de lo que estamos hablando, no te preocupes que ya estamos por explicarte…

El detrás de escena de una crisis financiera global
Comprar una casa es casi que el común denominador de los objetivos en la vida del ser humano. Cualquier oportunidad que se nos presente para lograrlo viene inmediatamente acompañada de nuestra disposición para obtenerla. Pero cómo imaginarse que la accesibilidad a un inmueble podría terminar siendo el inicio de uno de los colapsos económicos más impactantes de los años 2000.
Pues aunque no lo parezca, así es. Luego de un fatídico 2001 con los atentados del World Trade Center, la motivación del ciudadano estadounidense promedio para invertir estaba por el suelo. Además, su pesimismo estaba por las nubes. Fue entonces cuando los bancos se vieron obligados a tomar una medida para acabar con estas “malas vibras” e incentivar el flujo de capital en sus entidades. Fue así como la Reserva Federal mantuvo durante un prolongado período de tiempo el valor de la tasa de interés en apenas 1%. Las entidades financieras comenzaron a otorgar sin vacilación, una enorme cantidad de créditos (en su mayoría hipotecarios) a personas con perfiles de todo tipo, sin considerar si estas podían tender a la morosidad.
La reserva federal
La Reserva Federal debía establecer un control de alguna manera, y por eso aumentó el valor de la tasa de interés del 1% al 5%. Este hecho desató el inicio del próximo caos: unas cuotas de los créditos cada vez más caras, menos personas pagando los créditos y ultimadamente, más hipotecas siendo ejecutadas. De ese modo, para el 2008 el mercado se llenó de vendedores y no había compradores que generaran demanda. Esto llevó a un detrimento generalizado de la economía de los Estados Unidos que fue marcado con el cierre de Lehman Brothers Holdings, una de las más importantes compañías de servicios financieros en Norteamérica y que representó la más grande quiebra en la historia del país hasta el momento.
Aún así, todo terminó empeorando debido a las inversiones de las demás naciones en la economía estadounidense, lo cual causó que los efectos de estos sucesos también se sintieran en suelo extranjero.
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¿Por qué no se pudo evitar?
Lamentablemente y como ha sucedido y continúa sucediendo en muchos escenarios del mundo financiero, cuando hay un “Período de bonanza” que es como conocemos a aquellos momentos en los que los mercados se encuentran en mejor forma, nadie quiere “arruinar la fiesta”, cosa que sucedió en este caso.
A pesar de las señales y de las advertencias de múltiples expertos y analistas, donde resaltaba el nombre de George Soros, nadie hizo caso. Los bancos siguieron otorgando préstamos y todo terminó en una crisis que se extendió por el resto de la primera década del siglo XXI.
El detrás de escena de una crisis financiera que ¿puede ocurrir de nuevo?
Aunque no suceda por las mismas razones, nuestra economía global siempre está bajo un estado de amenaza y hoy en día son pocos los verdaderos períodos de bonanza sólidos. A veces pareciera que el dinero del mundo se tambalea sobre un mondadientes.
Solo sabemos que lo mejor es estar prevenidos y no apartar nuestros ojos de todas las fluctuaciones que hacen girar al mundo del dinero.